Resaca de vivir

Resaca de vivir

martes, 15 de abril de 2014

YO NO QUIERO


Yo no quiero habitar constantemente el pasado, ni perderme el inmediato presente, ni temer al irremediable futuro que, más temprano que tarde, a todos se nos cierne.
Yo no quiero vivir enfadada, mosqueada, irritada. Detesto mi rostro serio cuando, mirando no muy lejos, debería estar sonriendo.
Yo no quiero levantarme cansada, ni sentir las garras de la desgana, ni quedarme quieta demasiado tiempo, ni olvidar quién soy, qué quiero, adonde voy y de donde vengo.
Yo no quiero el café con leche frío, ni templado, ni tibio, yo con espuma y bien calentito, la cerveza helada y la coca-cola con cubitos.
Yo no quiero productos integrales, ni dietas infernales, ni tener que privarme, ni normas subnormales, ni modas alienantes, ni rodearme de cabezas pensantes que me indiquen cómo he de manejar mi vida, mis creencias, mis ideales.
Yo no quiero esforzarme en caerte bien, ni en gustarte, no pretendo impresionarte, no pienso vivir disfrazándome. Soy lo que soy, lo que tienes delante, y lo mismo, quién sabe, encierro mucho más de lo que nunca lograrás imaginarte.
Yo no quiero discutir, molestarte, ser crítica, juzgarte, rebatir lo que haces, pelearme, pero ya lo tengo claro y no, no entra en mis planes callarme si tu actitud y tus actos me parecen deplorables.
Yo no quiero aburrirme, conformarme, olvidarme de mí, dejarme, sentarme a mirar el vacío sin sentir la ilusión flotando en todas partes.
Yo no quiero vivir contabilizando mis monedas, ni enganchada a la pena, ni ser adicta a ese tipo de nostalgia que, cuando se instala, todo lo embadurna, lo pringa, lo empapa, lo llena.
Yo no quiero trabajar de mala gana, ni quejarme porque tengo mucha tarea, ni agobiarme, ni faltarle a nadie, no quiero perder la paciencia, ni tratar a nadie con condescendencia.
Yo no quiero olvidarme de que somos poco más que un puñado de tierra, que a pequeña escala tenemos una gran tarea, que tratar bien a la gente que nos rodea siempre merece la pena, que si conseguimos hacer reír, hacer un poquito más feliz, aportarle algo a la persona que tenemos al lado, ya lo hemos conseguido, lo hemos logrado, hemos modificado de alguna manera el fluir de su existencia y, de rebote, también de la nuestra.
Yo no quiero olvidarme de que trabajo con personas, de que la mayoría están muy solas, de que cada cual alberga su cuota de mugre y de pena, que todos acarreamos nuestras particulares miserias y que por ello, hacernos la vida un poquito más fácil siempre es una buena idea.
Yo no quiero dejar de hacer el payaso, ni de ser la más centrada si se da el caso, no quiero perder la risa fácil, ni dejar de hacer de casi todo una broma, ni dejar de sentir que la vida puede concentrarse en una simple bolsa de gominolas.
Yo no quiero dejar de leer, de coleccionar frases compulsivamente, de enamorarme de palabras, de subrayar con mi portaminas páginas y más páginas.
Yo no quiero dejar de escribir, no quiero olvidarme de sacar un hueco para poner en papel lo que veo, lo que siento, lo que me enternece, lo que me estremece, o simplemente lo que me apetece. No quiero dejar de hacer tachaduras, borrones, de arrancar hojas, de ir siempre con una libreta, de morder bolis y de jugar con palabras y letras.
Yo no quiero dejar de rozar la locura cada día, ni dejar de escuchar música por encima de los niveles recomendados, no quiero descuidar mis prioridades, me niego a no valorar cada detalle, no quiero obsesiones, adicciones, compulsiones, no quiero paranoias ni ideas delirantes, no quiero que la vida me calle.
Yo no quiero sentirme atrapada en esta ciudad, en esta calle, en esta habitación, en este traje, en estas caras, en este aire, no quiero sentirme sola teniéndote delante.
Yo no quiero que me deje de gustar lo que hago, ni quiero perder la debilidad que siento por los ancianos, yo no quiero pensar que no tienen sentido ni significado mis actos y que al final todo es decadencia y fracaso, no quiero vivir pensando demasiado.
Yo no quiero quedarme en la superficie de las cosas, no quiero dejar de emocionarme al ver a un anciano meciendo un muñeco, no quiero dejar de conmoverme con las aventuras y desventuras de los residentes, no quiero sentirme inmune a su dolor, no quiero acostumbrarme al horror.
No quiero dejar de andar por la Residencia entre bromas y risas, pegando sustos y sintiéndome una cría, tonteando siempre con la alegría, con mi cinta de colores colgada al cuello dando color a este uniforme blanco y austero, y acabar la jornada con la grata sensación del trabajo bien hecho y con un chupa-chups de fresa entre los dedos.
Yo no quiero quedarme al margen de la vida, hierática e ilesa, no quiero dejar de acumular experiencias, de coleccionar vivencias, no quiero parar de probar cosas nuevas, no me importa tener dudas, sufrir resbalones, sentirme inquieta.
Yo no quiero, en definitiva, boicotearme a mí misma. Vivir como no quiero vivir, sentir lo que no quiero sentir, hacer lo que no quiero hacer, ser lo que no quiero ser.
No quiero, no quiero, no quiero...

Y, sin embargo, en demasiadas ocasiones, me olvido de mi rotundo NO y lo sustituyo por un SÍ oportunista, circunstancial y camuflado, y así vamos, caminando entre dudas y miedos,a trompicones y llena de contradicciones, de la mano de la inseguridad y el anhelo, prendada de un pasado ya muerto, intentando discernir qué busco, qué me falta, qué falla, qué necesito, qué es exactamente lo que no está en su sitio... qué es, simple y llanamente, lo que quiero y lo que no quiero.

9 comentarios:

  1. Un consejo: lee siempre todo lo que has escrito aquí y nunca, nunca dejes de ser tú, porque eres absolutamente genial y nena, mirar para atrás sólo para ver un buen culo jaja Besazo resacosa mía :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pedazo de bonica mi Carita de Mona :)
      Gracias por el consejo, tienes toda la razón, siempre hacia delante.
      Besicos y "gesto de retirarte el pelo y ponértelo detrás de la oreja" jajaja

      Eliminar
  2. Yo tampoco quiero nada de lo q has mencionado... Tus bromas,tus risas,tu alegría, tus relatos..toda tú... Es realmente emocionante leerte; q ganas tengo de volver y poder disfrutar de ti al 100% . Eres increíblemente buena...y no sólo escribiendo! Jeje un besazo con 600km de distancia...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bonica mi Pim!!!
      Gracias guapa mía, me encanta que me leas y que me dejes tu huella, me hace mucha ilusión, sólo por tu lectura merece la pena escribir :)
      Cuánto te echo de menos pequeña... Ánimo que menudo ejemplo estás dando. Muak!

      Eliminar
  3. Me ha parecido extraordinaria. Sólo eso, extraordinaria, de esas que no se encuentran tan fácilmente.

    Hablas de cafe, de cerveza y cocacola, que si espuma, que si helada, que si cubitos pero olvidas algo.

    Señalar que si sucede, si alguna vez sucede y lo sustituyas por un SÍ oportunista, circunstancial y camuflado un CUNE te espera a un diminuto, escaso kilómetro de tu casa.

    Por si te entra alguna duda, la RESACA del CUNE es, sin duda, inmejorable. Te lo dice una que entiende.

    besos,y sigue escribiendo, POR DIOS. Net.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una vez más me ha encantado tu comentario, Net. Gracias =)
      A esa "RESACA DE CUNE" de la que me hablas siempre le doy un rotundo SÍ y, sobre todo, si es en ese precioso lugar a un escaso km de mi casa...
      Un abrazo para la niña del vestido largo con el que va a conquistar las calles por las que deje su paso :)

      Eliminar
  4. Totalmente !!! De acuerdo contigo, en todo lo que dices, esperando con ansias, tú próxima lectura... Besotesss wapetonaaa...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. :) Un besazo Santica guapa!! Y, como siempre, gracias! :)

      Eliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar