Resaca de vivir

Resaca de vivir

lunes, 17 de marzo de 2014

¡VIVE, POR DIOS, VIVE!


¿Sabéis de esas escenas, en apariencia triviales, que se te quedan grabadas a fuego en la memoria y a las que sueles volver una y otra vez? yo guardo puñados y puñados, unas más elaboradas y complejas, otras más sencillas, incluso superficiales en apariencia, como por ejemplo ésta que hoy rescato del mes pasado: 
Marta y yo en el cine, termina la película y se encienden las luces de la sala. Nos miramos las manos, las propias y las de la otra, y nos echamos, como locas, a reír. Las suyas teñidas de rojo por los fresones de gominola que se acaba de zampar. Mis manos embarradas de chocolate de las chocolatinas que me he metido entre pecho y espalda en un pispás. Y ya está, nada más, y a vosotros, como es lógico y natural, ésto no os dirá nada especial, ¿verdad?
Para mí, sin embargo, es la vida misma latiendo en toda su plenitud. La totalidad condensada en un momento. La alegría, la despreocupación, la tranquilidad. Esa niña de 12 años que llevamos siempre con nosotras, a la que hemos decidido adoptar y a la que no pensamos renunciar jamás. Es nuestra esencia, nuestra complicidad. Es la espontaneidad, la frescura, la naturalidad. Es el mundo aparcado ahí fuera, pudriéndose con sus miserias, lloviendo más y más problemas, y nosotras tan a gusto en nuestra particular cueva, entre risas y bromas, chucherías y gominolas, chorradas e historias.
Colecciono estos recuerdos sin apenas pretenderlo, son en su mayoría fugaces y sencillos momentos que, como fotogramas, rescato cuando las fuerzas no acompañan. Capturas de pantalla que constituyen un refugio cálido al que una siempre puede regresar.
En fin, aunque me empeñe, creo que hay momentos de una importancia personal, de una intensidad especial, que por su gran valor sentimental, son realmente difíciles de explicar...

Y ahora bien, ¿por qué os cuento ésto? pues veréis, resulta que vengo observando desde hace un tiempo a los ancianos con los que trabajo y con los que prácticamente convivo a diario, porque yo pincho, curo y manejo medicación, sí, pero sobre todo observo, miro, contemplo. Casi todo llama mi atención. Y pienso, pienso mucho, demasiado a lo mejor.
Me paro, por ejemplo, en el salón de la planta de arriba, la planta de los Residentes que son dependientes, ésto es, aquellos que para vivir necesitan de los demás en mayor o menor medida, y miro a mi alrededor. Observo. Mi mirada va resbalando sobre cada detalle de este peculiar museo.
Ante mis ojos desfilan un puñado de sillas de ruedas, soporíferos sillones, una televisión como contacto casi único con el mundo exterior, mantitas de cuadros, músculos atrofiados, cinturones de contención, cojines de diversos materiales para evitar presiones excesivas en el sacro, canas por doquier, babas al por mayor, dentaduras, ojos que en la mayoría ya no brillan, pies edematizados en ortopédicos zapatos, una convención de arrugas, un denso olor adherido a cada rincón...
En esta habitación el tiempo está congelado y envasado al vacío, una pronta y amenazante fecha de caducidad se lee impresa en letra pequeña y, pegado en la puerta, un cartel prohíbe la entrada a cualquier novedad.
Así, en esta réplica diaria, en este escaparate de miserias, en esta especie de sala de espera, transcurren minutos, horas, días, semanas... en un permanente vacío, en un nunca pasar nada, en un siempre igual, en una rutina aplastante e inamovible, en un no esperar ya nada especial, en una tediosa oquedad, donde la única ocupación posible es respirar, ser, estar, sobrevivir, subsistir, y para los que aún conservan la capacidad, viajar de vez en cuando al pasado, esa época siempre añorada a la que uno acaba sin más remedio queriendo volver, esa época donde aún tenía cabida la esperanza, donde por lo menos ocurrían cosas, donde algo, lo que fuera, pasaba, donde la vida misma palpitaba, aunque uno a veces, maldito inconsciente, no se percatara.

A ésto que observo a diario, le he sumado los consejos que los ancianos que están bien, cognitivamente hablando, me van dando de tanto en tanto, consejos que curiosamente suelen coincidir y que yo estoy encantada de recibir, y la conclusión final a la que he llegado, demostrada, testada, comprobada, más que trillada, se resume en una frase que, de tan sencilla, resulta ofensiva:                                                 
                            ¡VIVE, POR DIOS, VIVE!

Vive ahora que puedes. Un día, no podrás. Coge todo lo bueno que te llegue, disfrútalo con avaricia, guárdatelo, y si puedes y quieres, compártelo. Compartiendo la vida sabe mucho mejor. Entrégate a las situaciones novedosas que se te presentan, ábrete a nuevas experiencias, ¿por qué no? la novedad brillará algún día por su ausencia, créelo. Colecciona momentos, clasifícalos, haz un altar con tus preferidos, hónralos, porque un día sólo te quedará, con suerte, el consuelo de lo vivido, y necesitarás echar mano de tu particular colección. Aférrate con uñas y dientes a aquello que te llene, saboréalo. Exprime cada momento y bébetelo. Si ahora mismo estás bien, valóralo. Revisa tus prioridades, hazte ese favor. Ponle pasión a lo que haces, disfrútalo.
Cólmate, empáchate, sáciate, haz y hazte mucho bien. Que no se te escape, bajo ningún concepto la ilusión, si hace falta ponle correa y átala a tu corazón. No apuestes tu capacidad de asombro ni al mejor postor. Siente frío, siente calor, siente alegría, siente dolor. Sentir, esa es la cuestión. Quítate ese escudo protector. Réstate importancia pero al mismo tiempo impórtate más que nada. Crea lazos fuertes y profundos con la gente, sin los demás todo pierde intensidad.
Vístete de ataques de risa, haz locuras y tonterías,revuélcate con cosas divertidas, péinate con tus situaciones favoritas, maquíllate de cervezas y conversaciones compartidas, que tu firma sea una desmesurada e infundada alegría, cálzate con entusiasmo y una filosofía optimista. Porque, perdona que te lo diga, pero al final tendremos las mismas.
No hay nada mejor en la vida que vivir, hablo de apostar por la vida, no de existir. Todo es posible porque aún te queda tiempo, pero me temo que eso no es eterno. Enamórate de tu vida, aprecia cada gesto, cada detalle, porque es en ellos donde reside el elemento clave. Tu vida está plagada de significativos momentos, búscalos y abrázate a ellos. No esperes emprender grandes gestas ni protagonizar épicas proezas, eso raras veces suele pasar, pero posees la exquisita y delicada capacidad de hacer especial una situación aparentemente vulgar. Ten esperanza, o que ella te tenga a tí. Sueña despierto, no te conformes con dormir.
Venga, vamos, ármate de una mochila y llénala hasta los topes de abrazos, risas, momentos. De detalles, carcajadas, recuerdos. De sensaciones, conversaciones, pensamientos. De miradas que se clavan, de gente especial y mágica, de esas personas que son tan, tan, tan necesarias.
Eres básicamente lo que has vivido y lo que vas viviendo, eres tú y tu gente, así que dale a tu vida y a los tuyos el valor, la importancia, el brillo que se merecen.
Cósete al cuerpo los momentos únicos, especiales, mágicos, representativos, reconfortantes, sencillos, esos que tienen significado y se justifican por sí mismos.
Desempolva, mima, honra, adora tus recuerdos. Que mañana esta mochila será tu amuleto. Regresarás una y otra vez a ella, incluso puede que se convierta en tu alimento. Ella será la certeza de que has vivido, de que hubo otro tiempo. Se consciente de que sobre tu presente estás construyendo la que será tu futura nostalgia, que esas risas que te estás pegando ahora con tus compañeras las recordarás un día con ansia.

Yo por mi parte ya sé, lo tengo claro, ventajas de trabajar donde trabajo, que un día mi vida será mirar hacia atrás, habitar el pasado y esperar, que probablemente estaré también sentada en una decadente sala como ésta escuchando el tic tac, ya sin nada que coleccionar, atrapada en un cuerpo sin pilas que apenas responderá, y se que en ese momento mi mochila de recuerdos será crucial, de seguro no habrá mejor manera de ahuyentar el vacío, el tedio, la soledad, que echando mano de los millones y millones de detalles y recuerdos que llevo tatuados en cada milímetro de mi cuerpo.

Será entonces cuando, desde mi silla de ruedas, con mi cuerpo transformado en un mudo lamento, ese minúsculo recuerdo que resaltaba al principio de este texto en que Marta y yo, con nuestra bolsa de chucherías, nos reíamos y nos chupábamos los dedos, con toda nuestra juventud y energía concentrada en ese momento, será mucho, mucho, muchísimo más que un grandioso, valiosísimo e inmortal recuerdo.
Resaca de Vivir
                                       

26 comentarios:

  1. Dios...piel de gallina en todo mi cuerpo. Me ha encantado y me has llegado mucho. Me quedo especialmente con este párrafo:

    Cólmate, empáchate, sáciate, haz y hazte mucho bien. Que no se te escape, bajo ningún concepto la ilusión, si hace falta ponle correa y átala a tu corazón. No apuestes tu capacidad de asombro ni al mejor postor. Siente frío, siente calor, siente alegría, siente dolor. Sentir, esa es la cuestión. Quítate ese escudo protector. Réstate importancia pero al mismo tiempo impórtate más que nada. Crea lazos fuertes y profundos con la gente, sin los demás todo pierde intensidad.
    Vístete de ataques de risa, haz locuras y tonterías,revuélcate con cosas divertidas, péinate con tus situaciones favoritas, maquíllate de cervezas y conversaciones compartidas, que tu firma sea una desmesurada e infundada alegría, cálzate con entusiasmo y una filosofía optimista. Porque, perdona que te lo diga, pero al final tendremos las mismas.

    Me lo llevo conmigo a Madrid, vale? Gracias por cambiarle el color a este lunes, y espero que a toda la semana. Gracias :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bonica, Lupe :)
      Todo tuyo, para que te lo lleves a Madrid y te ayude en la recuperación de tu natural e inherente ENTUSIASMO, palabra que siempre relacionaré contigo.
      Un besico y gracias por tu lectura y comentario ;)

      Eliminar
  2. Gracias cariño, toda una filosofía de vida y a mi manera de pensar la mejor. Sabes que tengo tu mismo pensamiento y como te dije ayer nuestra amistad es inusual,especial,sin envidias,sin miedos,sin titubeos... Lo que sentimos la una hacia la otra es ADMIRACIÓN. Te quiero.
    Nos vemos el jueves bajo el sol, que no se te olvide la mochila para seguir metiendo esos recuerdos .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. :) Muchas gracias por todo, Martuki.
      Contigo nunca olvido mi mochila porque se que estando juntas, habrá siempre mil instantes mágicos dignos de coleccionar.
      Te quiero!

      Eliminar
  3. Guapa, empiezo a leerte ahora, Marta me habló de lo que hacías y aquí estoy.
    Me gusta como plasmas la realidad, y.. ¿Qué hay mejor que un recuerdo bonito? no debemos olvidar esos momentos, que por pequeños que parezcan son los que nos llenan el día a día. Me ha gustado mucho tambien : " Compartiendo la vida sabe mucho mejor" que verdad tan grande, hay tanto por compartir.
    Por mi parte, seguiré coleccionando momento.

    Aqui tienes otra seguidora! un besico

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bonica Carla! =)
      Muchas gracias por leerme y por dejar tu comentario :)
      La verdad que todo lo que hacemos pierde su gracia si no lo podemos compartir.
      A seguir coleccionando momentos, di que sí! :)
      Un beso guapa!

      Eliminar
  4. Gracias :)

    Es necesario el contagio de la felicidad para que los días oscuros se hagan más claros.

    1 besico.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad que sí, reconforta mucho encender una pequeña luz, aunque sea una cerilla, en un sitio oscuro :)
      Tú, con tu optimismo, lo haces tb.
      Un besote Ckika y gracias por tu lectura y por comentar!

      Eliminar
  5. Hola wapaaa !!! Yo como siempre encantada con Tus historietas, y tienes mucha razón hay que vivir el dia a día, lo mejor que se pueda, porque no sabemos lo que nos depara el futuro... Bsss preciosaaa...

    ResponderEliminar
  6. Hola wapaaa !!! Yo como siempre encantada con Tus historietas, y tienes mucha razón hay que vivir el dia a día, lo mejor que se pueda, porque no sabemos lo que nos depara el futuro... Bsss preciosaaa...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego, nunca sabemos qué nos puede estar aguardando a la vuelta de la esquina, hay tantas desdichas posibles... mejor ni pensarlo, mejor centrarnos en el hoy y sacar todo su jugo.
      Gracias Santi por tu lectura y por comentar siempre. Tu cariño es uno de esos detalles de la vida que yo echo a mi mochila :)

      Eliminar
  7. He llegado aquí de pura casualidad, mirando algún otro blog de camino. No hay una sola palabra con la que no esté de acuerdo. Últimamente, estaba un poco desanimada y bastante parada y no me he dado cuenta hasta ahora del tiempo tan valioso que estoy dejando pasar sin hacer nada que me llene. ¡Un texto muy inspirador! ¡Un saludo y gracias por tus palabras!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuantas veces caemos en el error de, como tu bien dices "dejar el tiempo pasar sin hacer nada que nos llene"
      Pero tenemos que tomar conciencia, sea como sea, de lo valiosa que es nuestra vida y darle la importancia que se merece.
      ¡¡Muchísimas gracias por tu lectura y por tu comentario!! :)

      Eliminar
  8. Mucha gracias por compartir estos retazos de tu vida con nosotros. ¡¡Me ha encantado!! Te lo voy a tomar prestado y a colgarlo en mi muro de fb, espero que no te importe. Yo creo que estas maravillas deben llegar a la mayor cantidad de gente posible ;-)
    No sé si conocerás este blog: http://www.elcajondegatsby.com/ Te lo dejo aquí porque sus dos últimas entradas están bastante relacionadas con todo esto que cuentas tú, y también escribe muy bien.
    Un beso y sigue así.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ana!
      Claro que sí, yo encantada de que lo pongas en tu fb ;)
      He pasado por el blog que me recomiendas, no lo conocía y me ha gustado mucho, gracias por la recomendación!
      Muchas gracias por tu lectura y por tu comentario, me ha hecho mucha ilusión =)
      Un beso!

      Eliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  10. Y una vez mas tengo que felicitarte..de verdad, te lo he repetido mil veces, pero no sabes lo que te puedo llegar a admirar por ser tan atenta, por esa forma de ver cada mínimo detalle y plasmarlo aquí, mostrárnoslo y hacernos recapacitar sobre situaciones de tu vida llevándolas a la nuestra.. Te animo a que sigas escribiendo,porque de verdad que tu blog se ha convertido en una parada casi obligatoria
    Y respecto a el post de hoy.. que real, cuantas veces se nos escapa el tiempo de las manos, sin nada que meter a esa mochila de la que hablas..y cuantísimo nos arrepentiremos en unos años..pero sobre todo, ¡que importante es ir guardándolos!, porque en los momentos en los que todo es desilusión y la suerte no esta a nuestro favor,puedo afirmar sin ninguna duda que son estos de las pocas cosas que nos acompañan, y que no hay nada como mirar atrás y recordar. Así que a partir de ahora a vivir cada minuto y observar con tanta dedicación como tu para así poder seguir llenando la mochila que tanto agradeceremos que no cierre de aquí a bastante tiempo
    Un besito guapísima, y felicidades por tus palabras con las que siempre me sorprendes ❤

    http://insidemyclosettt.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Adriana!
      Una vez más te doy las gracias por leerme y por dedicar unos minutos a dejarme ese comentario tan bonito con el que me has llegado al corazón =)
      Con comentarios como el tuyo haces que este blog tenga un poquito más de sentido.
      Un beso y muchas gracias!

      Eliminar
  11. Hola guapa!!
    Me he encantado tu post! Escribes genial!! Y qué razón llevas... dejamos pasar el tiempo sin darnos cuenta!!

    Un besito desde... NUNCA ES DEMASIADO ROSA (BLOG)
    FACEBOOK
    VÓTAME

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola María! Muchas gracias por tu lectura y por tus palabras =) Un beso!

      Eliminar
  12. Hola cielo !!
    Acabo de encontrar tu blog y la verdad que me encanta el contenido !!
    Escribes muy bien.
    Besos desde
    http://ariptisima.blogspot.com.es

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ariadna!!
      Muchas gracias por leerme y por tus palabras =)
      Un beso guapa!

      Eliminar
  13. Te admiro, primero por el trabajo que haces, segundo porque con lo joven que eres, seas capaz de valorar los consejos de nuestros mayores, aunque parezca absurdo, casi nadie los toma en cuenta, yo estoy en el lado de los que empezamos a dar consejos tímidamente y ver como les entra por un oído y les sale por el otro…es frustrante… si yo hubiese escuchado más a mis mayores de pequeña, cuántos disgusto me hubiese ahorrado… pero es ley de vida, supongo.
    Lo que si es cierto es que según envejeces, te das cuenta del tiempo que has perdido en nimiedades, en problemas que sólo residían en nuestro interior, preocupaciones absurdas y entonces tienes dos salidas: seguir como hasta ahora lamentándote, o tomar las riendas y valorar cada día, lo que ahora te parece feo de ti, triste o malo, tal vez lo eches de menos con los años.. así que a vivir al máximo cada día, cada experiencia y tratar de ser feliz…¿fácil? depende sólo de nuestra mente.
    Besitos cielo!!!! Hasta pronto ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola!!
      Muchas gracias por tu lectura y por tu comentario. Me han encantado tus palabras! ^^ Qué razón tienes, sobre todo en eso que dices de "tiempo perdido en nimiedades, en problemas que sólo residían en nuestro interior" Creo que poco más puedo añadir, entiendo perfectamente lo que dices.
      Muchas gracias, de verdad. Un beso y hasta otra! =)

      Eliminar