Resaca de vivir

Resaca de vivir

viernes, 14 de febrero de 2014

UN PLATO DE PAELLA


He aquí el motivo de la discordia: un apetecible plato de paella. Con poca sal, claro.

Mientras Virginia se da a la tarea de degustar su plato de arroz, su compañera de mesa, Juana, que tiene prohibida la ingesta de cualquier alimento que sea sólido por el riesgo aumentado que tiene de broncoaspiración, trata obstinádamente de arrebatarle, sin disimulo alguno, una cucharada de su ración.
Virginia, en defensa de sus víberes, contraataca. Primero golpea con su cuchara la cuchara de Juana, chan chan,cucharazo va, cucharazo viene, todo un combate de esgrima improvisado con la cubertería.
Después de un rato de pelea, y viendo que Juana no se rinde, Virginia agudiza sus sentidos, endurece el rostro y, en un ágil movimiento, consigue arrebatarle la cuchara a su contrincante, dejándola con su antojo insatisfecho, al tiempo que le grita: "¡Matá te veas que te veas matá!", haciendo con esa maldición pleno honor a su raza calé.

Y es que, como decía Bernard Shaw, "no hay amor más sincero que el amor a la comida".
Yo, con su permiso, añado que no lo hay especialmente a esa edad, en la que tan escasos son los placeres que se conservan, convirtiendo a los más sencillos placeres de los que aún se puede hacer uso, esos que la vida se encarga de quitarnos de entre las manos unos detrás de otros, en un clavo ardiendo al que aferrarse con uñas y dientes. O, en este caso, con una cuchara y un poquito de mala leche.

2 comentarios:

  1. Jajajaja muy bueno me encanta, este y todos!!!! Isa escribe un libro por Dios!!! Todo el mundo debería conocer tus historias!!! 😊😊😊 besoss!!!!

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  2. Jajaja sí, ojalá, ya quisiera yo! Muchas gracias Isa! Bonica tú! Gracias por leerme y por comentar, agradezco un montón el apoyo :) Un besazo!

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